Miura Vault nació como una locura compartida entre amigos: sin inversores, sin presupuestos millonarios y sin más plan que hacer algo que nos molara de verdad. No teníamos financiación, pero sí muchas ganas y un objetivo claro: montar una tienda donde vender cosas que nosotros mismos usaríamos, sin inflar precios ni vender humo.

No nos mueve el dinero (aunque no le haríamos ascos si llega un día, claro). Nuestra motivación siempre ha sido crear algo honesto, accesible y divertido. Vendemos cosas que usamos, que probamos y que nos parecen lo suficientemente guays como para recomendarlas. Así de simple.

Hablamos directamente con fabricantes y marcas para asegurarnos de que cada producto que llega a la tienda cumple con lo prometido. Nada de intermediarios raros ni artículos cogidos al azar. Aquí, o pasa nuestro filtro, o no entra.

¿Nuestro rollo? Sencillo. Nada de promesas vacías ni palabras grandilocuentes. Si buscas algo decente a un precio razonable, esta tienda puede ser para ti. Y si has llegado aquí por un mando que viste en Twitch, una mochila curiosa o por una colaboración con un streamer que te cae bien… pues bienvenido.

También patrocinamos a un equipo de simracing y nos encanta colaborar con creadores pequeños (pero constantes), de esos que construyen comunidad con esfuerzo y cariño.

En resumen: somos gente normal, vendiendo cosas que nos gustan, sin más. Gracias por pasarte por Miura Vault. Si compras algo, que lo disfrutes. Y si no, al menos te llevas un ratito de lectura honesta (y sin pop-ups molestos).

En Miura Vault no nos guiamos por lo de siempre. No vendemos lo que tiene todo el mundo, ni trabajamos con las marcas que lo inundan todo porque sí. Apostamos por un modelo diferente: productos fabricados en China —como el 90% de lo que tienes en casa, por cierto— pero de marcas que, aunque aún no tienen el foco en Europa, ofrecen calidad, innovación y mucho que decir.

¿La diferencia? Nosotros las buscamos, las probamos y las seleccionamos. No te vamos a vender lo primero que aparece en una lista de moda ni lo que tenga más publicidad detrás. Queremos que descubras ese otro mercado: uno enorme, lleno de buenas ideas, pero que rara vez sale del escaparate asiático.

Hablamos directamente con cada una de las marcas que ves en la tienda. No trabajamos con catálogos genéricos ni con intermediarios que no saben lo que venden. Contactamos personalmente, evaluamos sus productos, pedimos muestras cuando es necesario y mantenemos un canal abierto con ellos. Esto nos permite asegurarnos de que lo que ofrecemos cumple con unos estándares mínimos de calidad, y también que trabajamos de forma ética y transparente con cada marca.

La mayoría de nuestros productos salen directamente del almacén del fabricante o de la propia marca. Sin pasos intermedios innecesarios ni márgenes absurdos. Nosotros hacemos el filtro, la selección, y damos la cara si algo falla. Así de claro.

No queremos tener mil productos. Queremos tener los buenos. Los que valen la pena. Si no nos convence, no lo subimos. Y si en algún momento deja de convencernos, lo quitamos.