Your cart
😊 Product added to cart successfully
  Product removed to cart successfully
Este monje no necesita armaduras ni armas, ¡sus puños son todo lo que hace falta! Entre golpes rápidos y meditación profunda, es igual de bueno aplastando cráneos que encontrando su zen interior. Perfecto para quienes prefieren repartir sabiduría... y patadas voladoras.